La Frase de la Semana:

"Después de todo, hay cosas en la vida mucho peores que la muerte... ...si ha pasado una mañana con un vendedor de seguros, sabrá de lo que hablo." La Muerte de Boris Grushenko - Woody Allen

lunes, 19 de febrero de 2007

Cultura, una reflexión




Dime que comes...

...y te diré que cagas.

A veces es necesario salirse del círculo para poder verlo en condiciones. Hace unas semanas me encontré con un hombre en un café que escuchó que tenia planeado salir de viaje al extranjero, este afirmó que era realmente una buena idea, pero que al final regresaría a mi hogar, Andalucía. Este hombre me contó algo de su vida. Era hijo de inmigrantes judíos del Austria de los nazis y había vivido sus primeros veinte años de su vida en Nueva York. Por diversas razones se mudó a España, a Andalucía, y aquí se acomodó. Cuando se casó -me contó- hizo un viaje de novios que a más de uno alucinaría, decidió visitar con su nueva esposa a todos sus parientes del mundo. Entre sorbos de café me narró como durante un año completo estuvo viajando por Europa, América y Asia, empapándose de todo cuanto veía y comía. Y al final del viaje se dio cuenta que solo echaba una cosa de menos, la comida y el clima sevillano.

Todo esto viene a cuento a que, el conocer de primera mano la vida en otras partes del mundo hace apreciar más los detalles de cuanto te rodea. Al referirme a detalles me refiero a lo
bueno y lo malo.

Carlos y Pacheco lo tienen muy claro

Y al grano voy. La cultura.

¿Que es la cultura?

La cultura, para mi no es ni más ni menos que el conjunto de artes, costumbres, obras y conductas de un grupo humano. Así, sin más relleno.

No creo que se pueda condenar una cultura, ninguna cultura, a priori por una referencia exterior, sesgada o demagoga. Los estereotipos no definen culturas, no todos los londinenses llevan bombín, paraguas, son rubios y toman el te a las cuatro, no todos los raperos son negros violentos con muchos oros encima y ropas anchas, no todos los roleros son quinceañeros gordos con acné, ni todos los musulmanes son terroristas barbudos.

Nótese que para este ejemplo he tomado cuatro niveles de cultura diferentes: urbana, ártistica, de ocio y religiosa. Se puede ser un londinense rapero, rolero y musulmán y no caer en ninguno de los estereotipos aquí conjugados.

Tal vez, como miembros de una sociedad democrática podamos hacer algunas sugerencias para acercar la cultura del prójimo a la nuestra y viceversa, la verdadera forma de entenderse y convivir. Hay un skech de Padre de Familia que ejemplifica muy bien lo que quiero decir: Peter se queda mirando a un palestino y a un judío ortodoxo y no es capaz de distinguirlos.






Como no lo encontraba pues pongo este, que también es judío


¿Y a que viene todo esto? ¿A que nos amemos los unos a los otros y nos respetemos apreciando nuestras diferencias como factores que nos unen y hacen únicos?

Err... nop... Mas bien me refería a que en Andalucía hace falta un poco más de cultura artística, que vale, que tenemos el flamenco, que es gitano, y las tallas de semana santa, que están hechas por italianos, y que los dibujantes que más han triunfado han sido los que se han ido de aquí pronto ( Desdé Picasso hasta Carlos Pacheco ), a lo que me refiero es a que falta variedad y cantidad. Que venga el Cirque Du Soleil cada dos o tres años no es suficiente. ¡Quiero musicales! ¡Quiero obras con chicha! Quiero... QUIEROOOOOOO...


¡EL MUSICAL DE LOS MONTY PYTHONS!

Si señores, Spamalot el musical de los Monty Pythons basado en la delirante película "Monty Pythons and the Holy Grail".

¿Puede haber algo mejor?

Bueno, también le puedes ver la churrita a Daniel Radcliffe en Equus, pero no es mi tipo, así que pasemos de página y a otro costal.
¿Así? ¿Ya está?

Pues si. Solo reclamar más atención desde mi trono ( de Roca) sobre la inquietante falta de buenos musicales y obras de coña por la Piel de Toro. Así como la escasa publicidad que tienen los libros, como vea otra parada de autobus con un anuncio de perfume o de movistar vomito.

Bien.

Pero esto no es todo, ahora un ejemplo de como ha de ser un anuncio viral:





Devolviendo al rap 20 años atras

lunes, 5 de febrero de 2007

Criticarium: Trilogia Eisenhorn

Eisenhorn


Gregor Eisenhorn


El protagonista absoluto e inigualable de la serie de libros que hoy tratamos, La Trilogía Eisenhorn.

Una vez más el augusto clon, Dan Abnett, nos trae una serie de ciecia ficción ambientada en el gótico y futurista universo de la franquicia de Warhammer 40.000. Mientras que en libros anteriores, como por ejemplo los Fantasmas de Gaunt, se centraban en el tema central de la guerra como hilo conductor esta vez nos deleita con una cuidada y elegante trama detectivesca con toques pulp e incursiones en el mundo del horror. Abnett bebe de múltiples fuentes a la hora de elaborar esta excelente trilogía, de los pulps detectivescos y aventureros de los 30s y 40s pasando por el horror lovecrafiano y la ciencia ficción posmoderna y apocalíptica de principios de los 80s.

La trilogía, recogida en el recopilatorio Eisenhorn (inédita en España), se compone de tres libros: Xenos, Malleus y Hereticus, correspondiéndose el nombre de cada uno con las tres órdenes que componen la Inquisición en WH40K. En ella se nos narra en primera persona las vivencias de Gregor Eisenhorn, inquisidor puritano amalatiano, que investiga una serie de crímenes cometidos por un asesino en serie que le llevará a desentrañar una barroca conspiración que pretende poner en jaque a todo el Segmentum.

Como es de suponer el narrador de esta serie es el mismísimo Eisenhorn, expresando sus vivencias como si de una voz en off en una película noir se tratara. El estilo conecta inmediatamente con el lector, haciendo de este confidente de sus vivencias y pensamientos más profundos, juega dejando algunas cosas solamente insinuadas u omitidas para sorprender a pesar de todo al lector y no se convierta en una lectura lineal. El personaje de Eisenhorn se nos revela como el de puritano al cual le repele cualquier concepto que tenga que ver con el Caos y sus servidores, y afirma que jamás utilizaría sus métodos para conseguir ningún fin, nos advierte de que la amenaza del Caos es sutil y atractiva, que se cae en ella por dejadez o avaricia de poder, pero precisamente, dentro de la Inquisición, la avaricia de poder y las dagas en la espalda abundan tanto como las plegarias al Dios Emperador o los actos de constricción.

Eisenhorn, como hemos comentado es un inquisidor, para ser más exacto de la Ordo Xenos, una de las tres cabezas de la organización que se dedica a investigar y erradicar la amenaza alienígena y por extensión todos los que tratan con artefactos y razas extraterrestres que puedan amenazar al Imperio de la Humanidad. Las otras dos Ordos son Malleus, que trata con los demonios y manifestaciones varias del poder del Caos, y Hereticus, la rama político-religiosa encargada de herejes, traidores y mutantes.

Durante sus investigaciones Eisenhorn contará con un carismático elenco de secundarios, tridimensionales y bien detallados por la pluma de Abnett, que se encarga de darles una vida, como si de una tragedia o culebrón se tratara, para que lo que le ocurra a cada uno tenga un impacto real en el lector más allá del literario y se encariñe con ellos (como demostró en su serie de los Fantasmas de Gaunt). El viejo y frágil sabio Uber Aemos, el bravo piloto Midas Betancore, la vilipendiada intocable Alizebeth Bequim, el incorruptible Arbitres Fisching y otros que se unirán más tarde a la misión de Eisenhorn de desentramar una conspira en la que no falta acción, traiciones, revelaciones y mucho colorido ( oscuro pero colorido).

La acción apenas si decae, cuando no está inmerso en peligrosas persecuciones, podemos observar los juegos de poder de la oscura Inquisición y las pesquisas que llevarán a otro emocionante momento o exótico lugar. En esto último Abnett se desparrama moviendo la acción por todo el Segmentum Pacíficus, haciendonos saltar de planeta en planeta, de naves gigantescas a estaciones mineras en asteroides a sitios más exóticos, demostrando que desde luego imaginación no le hace falta a la hora de pintar paisajes y situaciones, pero sin llegar al exceso o al histrionismo de muchos autores a la hora de retratar enrtornos alienígenas. La acción es lo que los americanos llaman grimm and gritty, sucia y sangrienta, sin muchas florituras bonitas, aquí un tiro abre abdómenes y quiebra huesos, un cuchillo es un arma de carnicero y los rayos de los psíquicos hacen arder la piel y los globos oculares. Abnett se ajusta perfectamente al ambiente de Warhammer 40.000, tanto que, viendo la trayectoria de Abnett como escritor para Games Workshop y los reciente cambios en el diseño y ambiente del juego cabe preguntarse quien se adapta a quien.

Desde este, mi sillón, recomiendo encarecidamente a todos los amantes del pulp y de universo de Warhammer 40.000 que no se pierdan la que puede ser la obra maestra de Dan Abnett.

Ahora solo nos queda que publiquen en España las historias cortas todavía inéditas o el recopilatorio completo.

“A falta de alguien más apropiado, puedes considerarme como la encarnación del Dios Eperador, así, que me vas a decir todo lo que sabes” – Gregor Eisenhorn